domingo, 22 de diciembre de 2013

Navidad en Rumania


En Rumania, la Navidad es más que nada el momento en el cual se junta toda la familia, aunque algunos vivan muy lejos. Todos los miembros de la familia se tienen que implicar, algunos hacen la comida, otros preparan los postres, otros limpian bien la casa.

Alrededor, todo huele maravilloso, pero solamente la señora de la casa puede probar la comida para ver si está todo bien hecho. A veces, ya no prueba nada, porque se dice que así saldrá mejor. 
En la noche de 24 de diciembre, la gente, bien arreglada, va a cantar villancicos, visitando de esta forma a la familia y amigos que les esperan con postres, vino caliente o te.

En la mañana del 25 de diciembre, los primeros que se despiertan son los niños, curiosos para ver que recibieron de parte de Papa Noel. Luego, sus voces despiertan a todos los demás. La familia toma el desayuno y se viste bonito y con ropa nueva.

Después, todos van a la iglesia para asistir a la misa. Vuelven contentos a su casa, pero no antes de compartir comida con los pobres que no pudieran preparar su comida de Navidad. Al volver a casa, decoran la mesa con todas las cosas ricas que prepararon para este evento: toba, caltabosi, piftie, sarmale, friptura de porc, cozonac, pasteles. No se come nada hasta que el padre diga una oración.

Por la noche, la familia espera a los invitados que vienen a cantar sobre LA ESTRELLA. Se dice que si el primer invitado es un hombre, la familia tendrá suerte todo el año que viene.  El corazón de cada uno se llena de alegría por sentir el Milagro. Aunque la fiesta se convirtió mucho en una fiesta comercial, no tenemos que olvidar que la Navidad celebra el Nacimiento de Nuestro Señor Jesús, el amor y la paz.   

A continuación quiero compartir con ustedes la letra del villancico llamado La Estrella. ¡Espero les gusten!


La estrella se eleva arriba
Como un gran misterio,
La estrella brilla
Y al mundo le proclama
Y al mundo le proclama
Que hoy la Pura,
La Inocente
La Virgen Maria
Da a luz a Mesías
Da a luz a Mesías
Los magos vieron
La estrella y se fueron
Hacia la luz de la estrella
Para ver a Cristo
Para ver a Cristo.
Y como se fueron
En seguida lo encontraron
Entraron a verLE 
Y le adoraron
Y le adoraron.
Llenos con regalos
Para Cristo
Tomando cada uno
Mucha alegría
Mucha alegría.
Sea que esta alegría
Dure tanto
Desde la juventud
Hasta la vejez
Hasta la vejez.



¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 1 de diciembre de 2013

Leyenda del tricolor


- el 1 de diciembre se celebra el Día nacional de Rumania y por lo tanto quiero compartir con vosotros un corto relato sobre el significado de la bandera de mi país. Espero les gusten.


Cuando Tudor Vladimirescu, el gran revolucionario de 1821, levantó el país, para luchar contra la explotación de los aristócratas del interior del país y los enemigos del exterior, desde uno de los pueblos de Oltenia , se fue a apuntarse al ejercito un hombre llamado Dragomir, padre de tres chicas, una más lista que la otra.
Antes de irse, el hombre abrazó a su mujer y a sus hijas y estas le regalaron un recuerdo hecho a mano, para que lo usara como un talismán.
La chica mayor le regaló un pañuelo azul, igual que sus ojos, la otra uno amarillo como su cabello y la menor, Ileana, tímidamente le entregó uno blanco; ella no tuvo tiempo de pintar el pañuelo, tal como hicieron sus hermanas.
Dragomir cogió con mucho cariño el regalo de sus hijas, puso los dos pañuelos colorados en un bolsillo de la chaqueta y el blanco, limpio como el alma de Ileana, lo escondió en el bolsillo de la túnica.
Así se fue el hombre, tan valiente a la guerra, con la esperanza de que él y los miles de otros hombres salvaran el país de la opresión de los ricos y de la espalda de los otomanos, llamados de toda prisa para que los ayudaran contra los rumanos rebeldes.
Dragomir luchó como un león, pero en la batalla más feroz, una bala le perforó el corazón. Cayó con la cara ante el enemigo, tal como mueren desde hace muchos milenios los héroes de esta tierra.
Sus compañeros de lucha, antes de enterrarle según las costumbres, buscaron en sus bolsillos, para llevar algo a su familia. Pero Dragomir no tenía nada más que los dos pañuelos regalados por sus hijas mayores y en su pecho el pañuelo de Ileana, que ya no era blanco, como en el principio, sino rojo como el fuego, por la sangre impregnada del padre.


Los guerreros tomaron los tres hilos de colores, que ahora eran rojo, amarillo y azul, los ataron y los pusieron en lo alto de una rama rota de un roble. Con este símbolo delante, siguieron luchando.
Y desde entonces- así como dice la leyenda- la bandera del ejército rumano incluye estos tres colores juntos. Bajo sus pliegues se hicieron la guerra de la Independencia y la gran Unión del país.


fuente del texto original:http://legendeleromanilor.ro/category/folclor/